01 septiembre 2015
reflexion atracion
Se cuenta de un ermitaño que vivía solo en una cueva con su hijo de 15 años. El hijo nunca había conocido al pueblo más cercano no tampoco había visto a otra gente. Pero para celebrar sus 15 años su padre decidió llevarlo al pueblo para que lo conociera y para comprarle un regalo. Salieron desde la mañana y llegaron primero a la talabartería donde su papa le enseño una montura. Después le llevo a la tienda de artículos deportivos y le enseño los mejores cuchillos para la casería.
Mientras caminaban en la calle, encontraron a una muchacha como de 15 años; el joven preguntó a su padre, "¿Qué es eso?" Su padre, tomado por sorpresa, no había que contestarle, porque no quería que su hijo se interesara en una chica todavía. Entonces, rápidamente le dijo, "Es un ganso, mi hijo", y seguían caminando y viendo en las tiendas.
Durante el transcurso del día el muchacho conoció perros finos, rifles y pistolas.
Al fin del día el papa voltea al joven y le pregunto: " Bueno, mi hijo, te he enseñado muchas cosas hoy, estoy dispuesto a comprarte lo que más te gusta. Dime ¿cual has escogido?" Sin titubear ni por un momento, el muchacho le contestó, Papa quiero un ganso".
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